Estimado, ínclito e insigne mono,
imagínate que tuvieras mucho dinero.
Imagínate que tuvieras tiempo y ganas para conocer la fuerza de resistencia del mercado (permíteme llamar así a la fuerza necesaria que habría que aplicar al precio vigente de, por ejemplo, una acción para provocar inercia en la pérdida de valor de dicha acción).
Imagínate lo que podrías conseguir...
Tengo la impresión que la volatilidad de las bolsas están íntimamente ligadas (proporcionalmente) al grado de intervención que se les aplica.
De tal manera, a mayor intervención de aquellos que dominan los mercados, mayor volatilidad de los precios.
La tendencia da de comer al toro, la volatilidad al león.
Un saludo querido mono.
miércoles, 21 de septiembre de 2016
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