Si debo caminar hacia el futuro, lo haré bajo la unión de quienes quieren hacerlo junto a mí.
Siempre es más ventajosa la unión que la división.
El odio es un sentimiento de fácil difusión. El odio a lo desconocido une al mono con su esencia animal. A pesar de que lo que nos distingue es poco, bien argumentado puede parecer abismal.
Lo que habla distinto a mí, lo que tiene otro color, lo que posee otra cultura o valor, cualquier diferencia puede ser objeto de desconfianza, y la desconfianza y el odio son pueblos aledaños.
Todos los monos os sentís de "algo": de una tierra, de una raza, de una cultura, de un modo de vida. Todos hacéis vuestro algo que os sirve para identificaros, incluso los que buscan no ser clasificados lo son por no serlo. Una paradoja que a todos os engulle y a la vez os expulsa encima de un tablero de ajedrez.
El nacionalismo es la integración de unas etiquetas que posibilitan a monos diferenciarse de otros monos; etiquetas identitarias, que son excluyentes. El nacionalismo es excluyente, o cumples con el cannon o no eres de la masa. Ahora bien, en la teoría de masas queda demostrado que toda masa unida por unos principios, por ser masa, está obligada a necesitar de monos que incumplen el cannon para conseguir subsistir.
El nacionalismo es un mal que la humanidad llevará a cuestas por muchos siglos más. Una serpiente que no deja de enroscarse al cuello del mono y que posiblemente termine asfixiándolo, si el propio mono no consigue pronto enderezar su evolución social.
jueves, 19 de marzo de 2020
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