La experiencia de escribir un libro, específicamente una novela de ficción, de corte de fantasía y aventuras como la que he escrito y he autopublicado, me ha dado mucho que pensar.
Desde el punto de vista de un escritor novel, absolutamente desconocido para el mundo entero, la faceta de mostrar tu libro al mercado es en un primer momento desalentador.
Si no tienes capacidad ni ganas para publicitar tu obra caerá en la más absoluta indiferencia.
Pues, no se trata de escribir un libro, algo que hacen miles de miles de personas todos los años, se trata de intentar darle a conocer más allá de tu círculo de confianza.
Después están los otros escritores. El mundo de los escritores es tan competitivo como el mundo de los corredores de fondo. Bien es cierto que siempre se encuentran personas con buena voluntad y abiertas de miras, pero por lo general es fácil toparse con escritores tan malos o peores que incluso tu mismo que suelen ir evangelizando todo lo que leen.
Los foros de escritores son nidos de víboras que están al acecho de todo lo que en ellos se escribe para inyectarle el veneno de la impotencia. Querido mono escritor, si no quieres acabar con dolor de cabeza y con el ánimo amargado, no escribas nada en dichos foros, entra para consultar, para aprender pero no compartas nada de manera pública porque serás atacado sin piedad.
Todo ello es una visión particular, seguramente sesgada e imprecisa, pero serpientes haberlas las hay.
Un pseudo escritor se dignó a señalar ciertas faltas que cometí en un escrito tal como éste. Faltas burdas propiciadas por el escribir rapido sin parar a mirar lo que se ha escrito, pues se trata de comunicarse no de hacer obra.
Bien, lo absurdo del tema fue que dicho pseudo escritor tenía un BLOG, enterito, un blog enorme donde escribía parrafadas como ésta, palabras tras palabras, frases tras frases... por favor que atrevimiento.
Le dejé con el culo al aire. Solamente utilicé el primer párrafo que leí para encontrar más de 5 errores que bien se apresuró a corregir. Unos vieron aquello como un acto de venganza, yo lo vi además como un acto de humildad.
Pedir humildad en el anonimato de las redes es como pedir pan a un herrero.
El escritor desconocido, el novato, el novel, el que escribe entre la indiferencia ante todo debe ser humilde. A su vez crítico consigo mismo.
El escritor novel debe aprender a quererse y a juzgarse con crítica positiva. A su vez, todo escritor debe entender que no se es corrector, se es escritor.
Los escritores relatan historias, las describen para los lectores, las hilan, las pintan... los correctores las lijan, las pulen, las ajustan.
A un escritor se le debe perdonar que no sea un perfecto lingüista, pero se le debe condenar si no es capaz de transmitir nada a los lectores.
Seamos coherentes por favor.
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