lunes, 1 de agosto de 2022

La diversidad es necesaria.

Querido mono, entiende la vida como el todo.

La razón de nuestra existencia es ella, la vida y su lucha por sobrevivir.

A la vida no le interesa el individuo y más aún si no está capacitado para perpetuarse en el medio en el que esté sometido. 

A la vida le interesa exclusivamente sobrevivir y no ha encontrado mejor forma que la de multiplicarse en miles de formas con miles de atributos que le dotan de de las mejores garantías para conseguirlo.

¿Pero y a nosotros, a nuestra pobre existencia, esa diversidad cómo nos afecta?

Desde que somos seres humanos no hemos dejado de multiplicarnos y expandirnos por todo aquello que se nos ha puesto a nuestro alcance. Como especie hemos hecho lo que cualquier otra especie hace: multiplicarnos y diversificarnos.

Y no solo hemos conseguido diversificarnos físicamente, también culturalmente, socialmente, económicamente, psicológicamente, etc. Es evidente que todos los monos somos pequeños individuos que manifestamos distintos grados de diversidad y ello es producto no de nuestras decisiones (no seamos ingenuos y prepotentes, por favor) sino de nuestra condición de manifestación de la VIDA. 

Como hijos de la vida tenemos dentro de nuestro ADN la necesidad de diversificarnos para poder enfrentarnos a los miles de riesgos que nos rodean. Una caída, una inundación, un terremoto, un loco con un rifle, un ejército rival, una entrevista de trabajo, etc., son riesgos que requieren de una medida capacitada para salir victoriosa, una medida que permita a la vida sobrevivir.

Vayamos a lo sabroso.

¿Por qué existen los psicópatas? Porque la vida necesita individuos que no tengan empatía, individuos que puedan tomar decisiones sin dolor, ni pena, individuos que vean al resto como medios y no fin. ¿Es coherente que ello ocurra? Sin ninguna duda. La humanidad para sobrevivir como especie, como parte de la VIDA, necesita contar con individuos que no dudarán en hacer actos atroces con la finalidad de perpetuarse a sí mismo y a sus seres queridos.


¿Debe el ser humano ir en contra de la diversidad? No pero lo ha hecho durante toda su existencia. La lucha contra lo distinto es un reflejo de la lucha contra la diversidad. Mientras el mono ha buscado saciar su curiosidad, conquistando el mundo, conquistando la razón, conquistando los límites de lo ético, etc., a su vez ha estado maniatado por la contraparte de la diversidad, aquella que lucha por evitar los cambios, la evolución, las mejoras. La propia diversidad tiene en sí misma la esencia de la inmovilidad, de la restricción, de la intromisión cuando los individuos sacian sus necesidades más básicas y quieren vivir y perecer sin enfrentarse a nada que perturbe su equilibrio. La humanidad ha luchado históricamente con esas fuerzas de avance y retroceso que dominan su psiquis de especie. Las religiones son un  claro ejemplo de la fuerza inmovilista, así como el comunismo o el fascismo, ideas sociales de unificación del ser humano en características que insulta a la esencia propia de la vida: la diversidad irrenunciable.


La diversidad no es buena ni mala, es necesaria y obligatoria. Como hijos de la VIDA debemos entender nuestra existencia como un medio de la VIDA para alcanzar la supervivencia en un medio tan vigorosamente destructivo y agresivo como es el universo en el que existe. Mientras nosotros hacemos de los 980 meses, a los que aspiramos vivir, una experiencia larga e intensa, la vida nos utiliza para que seamos capaces de potenciar su diversidad.


La NASA, como ejemplo de humor, es el gran órgano germinador de nuestra VIDA, que apunta al universo con el fin de proyectar más muestra de ella que sirva para colonizar más parte de todo ello. 

Querido mono, no somos más que eso, un simple medio para un desesperado y frenético fin.


Que tengas muy buen día.

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