Ir conduciendo y encontrarte con un
ciclista es algo de lo más normal. Pero que un mismo ciclista se pegue a ti y
te acompañe durante tres semáforos, ya comienza a ser algo peculiar. Pero
además sumémosle el hecho de que tal ciclista tenía una prominente barba negra,
extensa y gruesa, y que su pedaleo era constante y seguro.
Todo ello me ha llevada a interpretar
un nuevo sueño en la realidad.
He buscado por internet y esta ha
sido la composición final que me han dado los iconos: barba y bicicleta.
“Tu vida avanza segura y la estás
guiando hacía un buen augurio”.
Interesante porque es cierto que mi
vida está ahora mismo en un proceso de cambio importante.
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