sábado, 7 de junio de 2014

La libertad

El mono no es libre. El mono es un pelele que piensa que aquello que hace es producto de sus propias decisiones. Pero, ¿qué es decidir?.
Valorar alternativas y acabar escogiendo una de ellas.
Pero, ¿por qué escogemos esa y no cualquiera de las otras?.
Porque el mono está programado para decantarse por alguna cualidad: seguridad, riesgo, éxito, rapidez, comodidad, belleza, etc.
El mono piensa que por ser consciente de su propia existencia, ello le confiere un tipo de aislamiento que le protege de toda la naturaleza y programación que leva a cuesta. El mono se siente poderoso, individual, y lo es, pero no es libre, jamás sabrá lo que es la verdadera libertad porque su naturaleza no puede concebir tal cualidad.

Un ser libre es un ser sin ataduras biológicas, un ser capaz de transformarse a su gusto, de convertirse en aquello que no es, un ser capaz de transcender de su propia naturaleza, un ser que dista mucho del mono rancio y vulgar al que pertenece mi especie.

El mono si puede imponer su voluntad por encima de ciertos impulsos de conducta que surgen de su esencia animal, pero eso no es libertad, tal acto es un ejemplo de lucha de estímulos y supremacía del más fuerte.

Estimado mono, piensa que todo lo que haces, todo lo que dices, todo lo que incluso piensas... está programado. Al final te sentirás como un usuario de una atracción de feria que ha pagado por subirse a un asiento y disfruta o sufre de todo lo que aparece alrededor suyo.

Disfruta de tu espectáculo e intenta no joder al resto.

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