ayer observé un nuevo problema. ¿De qué manera debemos responder a un artista allegado cuando nos pregunta sobre su obra?
No hay problema cuando la obra nos gusta, ¿verdad? La respuesta se hace más fácil y fluida. El problema resulta cuando la obra no nos gusta.
El artista no suele estar programado para aceptar las críticas negativas. El artista común, tan solo tiene orejas para escuchar lo bueno porque si hace arte, es bajo la premisa de "lo que hago es bueno".
El artista egocéntrico, el artista orgulloso, el creído, doble golpe se llevará cuando el resultado de su obra no generé el clamor popular que él precisa.
La mayor desgracia en la que caerá será la de culpar al resto del mundo por no entender o valor lo cómo se merece la obra en cuestión.
¡Que pena de arte!
Y todo ello no está expuesto desde la idea de que tu opinión sea la "correcta" y la obra de ese artista allegado sea mala, pudiera ser que tu gusto, tu criterio sea pésimo y hagas una valoración desacertada. Incluso desde ese punto de vista, el artista centrado, el artista con los pies en el suelo, debe ser capaz de encajar una opinión contraria. Si pides la opinión a un cerdo espérate un eructo.
Si un artista allegado te pregunta por su obra te está dando pie a que le comentes lo que ello te suscita. Sé honesto con él/ella. Dile lo que pienses, lo que sientas. Un buen artista crece con la crítica, un mal artista camina sobre la hipocresía.