martes, 12 de agosto de 2014

El amor puede ser ilícito.

Estimado mono, hoy toca repasar los motivos lícitos e ilícitos por los que el amor se puede generar entre dos personas.

Vayamos uno a uno repasando todos los que mi vaga memoria recuerda:

1) Enamorarse de una cara.
La belleza es un rasgo clásico en el amor, y no se trata de una belleza absoluta, cuerpo, rostro y mente, la que se ha de tener para cautivar el amor de otra persona. Simplemente con una de ellas puede valer para generar el flechazo.
Socialmente esta bien visto enamorarse de un rostro bonito, a pesar incluso que ni el cuerpo ni la personalidad, ni la inteligencia u otros valores sean adecuados.

Por lo tanto, estimado mono, te puedes enamorar de una cara bonita sin mayor problema.

2) Enamorarse de un cuerpo.
Hablamos de una figura física bella, no de un enamoramiento de solo una parte de un físico (eso queda para después). Enamorarse de un cuerpo es muy común en nuestra sociedad actual, porque tener un cuerpo estilizado y bello, atrae, vaya que si atrae, a pesar de que el rostro no sea bello o que la persona sea imbécil, pobre o tonta.

Estimado mono, es lícito enamorarse de un cuerpo bonito. Adelante.

3) Enamorarse de un única parte de un cuerpo: unas tetas, un cipote, un culo, etc.
Que mono macho no siente debilidad por dos bonitos pechos o que mono hembra no siente curiosidad por una buena verga. Pues estimado mono, es lícito acabar enamorado de una persona y utilizarla para magrear esa cosa que tanto te llama la atención durante días y días. No lo dudes, estás haciendo algo socialmente permitido.

4) Enamorarse del dinero que posee el otro mono.
Aquí la naturaleza del amor se tuerce, diría que es impropia porque se ve mal, muy mal, enamorarse del dinero de una persona, porque... el dinero no forma parte de su naturaleza... ¿o sí?.
Supongamos el clásico mono joven con mono viejo y rico (de igual o distinto sexo, no nos importa este punto). se da por hecho de que el joven no está enamorado de la vejez del otro (aunque... ya hablaremos de esto), luego todos entendemos que la virtud de la que se ha enamorado es del dinero, de tal manera si le quitáramos el dinero a ese mono viejo y se lo diéramos a otro, el mono joven terminaría yéndose con aquel y abandonaría al viejo. Bien, un supuesto ciertamente realista. Pero hagámoslo aún más real: simplemente el mono joven ve a un mono más rico aún y más joven que  el viejo y suponemos que terminará de nuevo marchándose.
Bien, me pregunto: de la misma manera si al mono que se ha enamorado de unas buenas tetas, le ponemos otras tetas mejores, ¿decidirá irse con ellas?. Al mono que se ha enamorado simplemente de un rostro bonito, le presentamos uno más bonito aún, ¿decidirá irse con el nuevo?.

Estimado mono, tú lo sabes ¿verdad?. Sé que eres listo, por eso sigues este blog.

Lo que buscamos todos es la felicidad y el placer. El placer de chulear de un rostro bonito a nuestro lado o de mirarlo todos los días, la felicidad de tener un buen físico que tocar, o de levantar la envidia de quienes nos rodean, o simplemente el sentirnos exitosos por haber conseguido tener a nuestro lado a una persona inteligente y admirada. Sea lo que sea el amor lo utilizamos para nuestro bien, y nadie mejor que nosotros para decidir que nos gusta y que no.

Seguiremos con el tema.

sábado, 7 de junio de 2014

La libertad

El mono no es libre. El mono es un pelele que piensa que aquello que hace es producto de sus propias decisiones. Pero, ¿qué es decidir?.
Valorar alternativas y acabar escogiendo una de ellas.
Pero, ¿por qué escogemos esa y no cualquiera de las otras?.
Porque el mono está programado para decantarse por alguna cualidad: seguridad, riesgo, éxito, rapidez, comodidad, belleza, etc.
El mono piensa que por ser consciente de su propia existencia, ello le confiere un tipo de aislamiento que le protege de toda la naturaleza y programación que leva a cuesta. El mono se siente poderoso, individual, y lo es, pero no es libre, jamás sabrá lo que es la verdadera libertad porque su naturaleza no puede concebir tal cualidad.

Un ser libre es un ser sin ataduras biológicas, un ser capaz de transformarse a su gusto, de convertirse en aquello que no es, un ser capaz de transcender de su propia naturaleza, un ser que dista mucho del mono rancio y vulgar al que pertenece mi especie.

El mono si puede imponer su voluntad por encima de ciertos impulsos de conducta que surgen de su esencia animal, pero eso no es libertad, tal acto es un ejemplo de lucha de estímulos y supremacía del más fuerte.

Estimado mono, piensa que todo lo que haces, todo lo que dices, todo lo que incluso piensas... está programado. Al final te sentirás como un usuario de una atracción de feria que ha pagado por subirse a un asiento y disfruta o sufre de todo lo que aparece alrededor suyo.

Disfruta de tu espectáculo e intenta no joder al resto.

miércoles, 16 de abril de 2014

El suicida ¿valiente o cobarde?

Vivir o adelantar la muerte, llegar a plantearse esta decisión es si duda una manifestación de que las cosas no van bien en la vida del mono que llega a pensarlo.

Pero analicemos con mayor profundidad:

1.-No todas las vidas son bellas, agradables, "normales", bondadosas, afortunadas o como queramos describir lo que se pueda considerar una buena vida. Hay vidas que son traumáticas, dolorosas, infernales, angustiosas de principio a fin.
Hay vidas que, sin duda alguna, un mono no se las desearía a otro en su sano juicio, pero... nos acogemos a la esperanza, a la posibilidad de que todo cambie y superemos en algún momento tal adversidad.

2.-La muerte nos llega a todos, en algún momento, a la mayoría sin previo aviso. Todos vamos a desaparecer de esta existencia pronto. Sí, pronto, porque nuestras vidas son terríblemente efímeras.

3.-El acto de quitarse la vida, arrancarse uno así mismo la existencia y lanzarse hacia aquello a lo que llamamos muerte, entraña un acto de fuerte repudia hacia lo que se recoge en esta realidad a la que denominamos vida. Algo ha debido de provocar que tal persona adelante el acto de la muerte. Ta vez una horrible vida, un dramático suceso...

4.-No nos importa la vida de quien se suicida hasta que ha consumado el fatal impulso. Hipócritas monos.

5.-El ser humano teme a lo desconocido y no hay tema más ignorado que aquello que se pueda encontrar más allá de la muerte.

Por lo tanto estimado mono, el suicidio no es un acto ni valiente ni cobarde, es un acto desesperado.

martes, 14 de enero de 2014

¿Qué es el bien? ¿Qué es el mal?

El bien y el mal son conceptos de naturaleza social.
Para el individuo que vive rodeado de otros individuos el concepto bien y mal se resume en una única palabra: engaño.
Comportarse bien es actuar de acuerdo a como se espera que lo haga el individuo, para obtener un beneficio propio a costa de un perjuicio a algún otro individuo.

Continuará...

viernes, 10 de enero de 2014

¿Somos libres?

Un animal que cuando tiene ganas de orinar acaba orinando. Un animal que cuando no come termina hambriento. Un animal que desea sin saber el motivo. Un animal que piensa cuando no quiere. Un animal que bosteza cuando tiene sueño, que mira cuando algo se cruza por al lado, que tiembla cuando tiene frio, que sin aire se muere, que siente pena si alguien querido se marcha. Un animal que llora cuando le hacen daño, que grita cuando le enfadan y que prefiere lo caro a lo barato, lo bonito a lo feo, lo fácil a lo complejo, o viceversa. Un animal que destruye su mundo sabiendo que es malo, que se mata a sí mismo con crueles guerras, que no ha sabido vivir en paz en toda su historia, que se mueve a base de codicia y egoísmo, que sólo vive para su propio bienestar, su propia sensación de tranquilidad, de seguridad. Un animal que se ve a sí mismo distinto cuando la piel no es igual, cuando el gusto no coincide, cuando su voluntad es extraña; tan distinto que es necesario destruirlo. Un animal que habla mal de quien no le gusta, que desea el mal del resto, que ríe las desgracias ajenas, pero que llora indefenso cuando él es el débil, cuando él es el indefenso. Un animal cruel y a la vez bondadoso, valiente y a la vez cobarde, mezquino y a la vez soñador. Un animal que vive entre frustraciones, remordimientos, penas y tristezas, porque antes o después todos ellos lo experimentan.  


El humano, un animal que se considera a sí mismo el único ser vivo… libre, y me pregunto yo, ¿qué significa para el mono la palabra libertad?

jueves, 9 de enero de 2014

¿Qué es la felicidad?

La felicidad es una emoción que se siente de muchas formas y en grados distintos, no tiene necesariamente que plasmarse de una única y estandarizada manera, piénsese por ejemplo en una risa estridente y unos gestos exagerados, no por favor, ni siquiera esa forma tiene porque ser una representación fidedigna de felicidad. La felicidad es una emoción y como cualquier emoción los seres humanos la podemos expresar de miles de formas distintas.
Las principales fuentes generadoras de felicidad que he encontrado las voy a ir desglosando paulatinamente mediante un pequeño ejemplo.
¿Te da felicidad beber agua?. Quizás ir a la cocina y beber agua de una botella no te reporte felicidad pero el problema no es el acto sino el contexto. Si nos imaginamos caminando por el desierto, absolutamente sedientos… tal contexto es mucho más ideal para expresar la enorme felicidad que nos supondría encontrar un oasis dónde hubiera una gran cantidad de agua potable que beber.
Bien, tenemos una necesidad, digamos, mayúscula que queremos satisfacer (necesidad mayúscula a satisfacer), y hemos visualizado sin saber cómo la solución, (encontramos una solución) y es, por lo tanto una solución que está a nuestro alcance, ahí mismo, a apenas doscientos metros de distancia (expectativa de solución alcanzable). Esa solución que vemos nos provoca que comencemos a imaginar, a pensar, en ese refrescante agua recorriendo cada centímetro de nuestro cuerpo (recreación mental de la satisfacción). Y con esto nos vale para ser felices, ni siquiera hay que llegar al oasis, le podemos dejar allí a lo lejos que ya no nos interesa su agua porque ya hemos conseguido sentirnos felices.
Por supuesto que negarás que de tal manera se pueda ser feliz porque no hemos conseguido beber agua, pero para nuestro propósito, GENERAR FELICIDAD, es más que suficiente encontrar la solución, ver que es factible conseguirla e imaginar lo que provocará en nosotros. ¿Esto quiere decir que es posible alcanzar la felicidad sin llegar a satisfacer una necesidad físicamente/materialmente/realmente?. Sí, es posible e incluso es muy normal.
Pero vayamos al principio. El concepto felicidad es un concepto arraigado al fenómeno NECESIDAD, como todo en nuestra vida. Sí, porque todo lo que hacemos es responder a las miles de necesidades que se crean cada segundo dentro de nuestro organismo, pero hay necesidades que debido a su extraordinaria importancia queremos satisfacer como ninguna otra. Y es ahí de donde parte la generación de la felicidad, de esa necesidad

Un novio sorprende a su novia, presentándose delante de ella, un día cualquiera con un regalo inesperado.
Dentro de la chica se genera felicidad. Explicar componentes:
-Necesidades posibles:
                1) Necesidad de sentirse querida por su novio
2) Necesidad de ver a su familia que residen en otro país
-Solución inesperada:
                2.1) Muestra de amor
                2.2) Posibilidad de poder viajar
-Expectativa:
3.1) La solución (la muestra de amor) se ha materializado en el acto, no hubo expextativa
            3.2) El novio le da dinero para que compre el billete de avión
-Recreación mental:
4.1) La novia idealiza la situación, sintiéndola como un “momento especial”
4.2) La novia se imagina encontrándose con sus familiares

Son la necesidad y el formato de la solución, quienes van a propiciar que se genere o no un estado último de felicidad.

La alegría es la reacción emocional que se genera ante la aparición de un estímulo/suceso positivo inesperado, pero que a diferencia de la felicidad, no es un estímulo/suceso que vaya a satisfacer ninguna necesidad mayúscula o incluso no satisfaga nada. 

Retratos históricos y bocas cerradas

Que no te parezca raro que al observar los retratos expuestos en museos, pintados en siglos pasados, rostros con las bocas cerradas.
No se trata que todos en el pasado fuesen personajes serios o malhumorados, más bien se trata que en aquella época los dientes eran muy castigados por el paso del tiempo, es decir, la mayoría de ellos contaban con bocas muy deterioradas y feas, por eso optaban por mantener sus bocas bien cerradas.