jueves, 11 de abril de 2013

El representante que gobierna


Entre el concepto de representante y el concepto de gobernador hay una distancia que aprovechan los corruptores de la democracia para favorecerse y aprovecharse de esta.
Cuando votamos a nuestro futuros representantes, no estamos votando a una serie de actuaciones pulcramente presentadas y que a futuro serán, igualmente, pulcramente ejecutadas, no.
Cuando votamos a nuestros representantes, estamos votando a una "ideologia" preescrita que creemos conocer y que describe más o menos ciertos valores que pensamos que van a ser protegidos y desarrollados socialmente por ese partido político u organización de representantes.
Y es ahí dónde comienzan los problemas.
El caso de la guerra de Irak, con la alianza de Bush, Blair y Aznar es un claro ejemplo del fallo democrático más grosero, bestia y chapucero que se pueda dar en una sociedad moderna. 
Un presidente del gobierno, como lo fue Aznar, se atrevió a alinearse con los EE.UU y el Reino Unido para iniciar una guerra frente a Irak.
Este individuo desoyó a sus ciudadanos, no permitió que estos decidieran que hacer al respecto, y lanzó a su país a participar en una guerra, dando su consentimiento al inicio de la misma e incluso enviando efectivos a la zona.
Mono, de verdad, párate a pensar en los hecho mas que en las personas.
Un mono decide que lo mejor para su país es ir o secundar una guerra, y tal decisión no sabemos si representa o no representa a la decisión de más de cuarenta millones de monos, pero utiliza su posición, ganada en unas elecciones dónde jamás se habló de ir a una guerra (no fue cuestión electoral), para gobernar y actuar, sin representación alguna.

La democracia de ser repreentativa debe imponer unas normas de conducta a sus representantes, unos modos de actuación súmamente extrictos que impliquen el que casos tan flagrantes de abuso de autoridad se produzcan de esta manera.
Las propuestas electorales deben ser absolutamente claras, concisas y objeto de análisis y seguimiento por parte de la sociedad.
Los cutro años de gobierno son absolutamente ineficaces y un clado perfecto de cultivo para corruptores y déspotas modernos. Deberia haber elecciones cada año con unas claras manifestacines de actuaciones por parte de los partidos políticos y un seguimiento más cercano y continuo.
Debería existir un tipo de fiscalia que controlase estrictamente las actuaciones de los gobiernos, identificando cada actuación con lo presupuestado en las elecciones anteriores.
Se debería de prohibir y detener toda actuación que no hubiese sido aceptada por la ciudadania en elecciones.
Hay que tomarse la vida más en serio mono y más cuando hay muchos vividores que se están aprovechando de tu pasotismo.

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