Cada beso que das... lo das eternamente.
Cada imagen que ves... la ves eternamente.
Cada desgracia que sufres la sufres eternamente.
La misma mística que te llevo a ser consciente de ti mismo en un momento dado de tu vida y decir eso de "soy yo, existo", la llevas experimentando cíclicamente infinitas veces.
Ojalá hayas tenido suerte y te haya tocado una vida grandiosa... si acaso existe una que así sea.
Y del ciclo... no se sale.
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