martes, 2 de abril de 2013

La bestia que habita en mi (2)


La bestia jamás descansa, jamás es saciada definitivamente, utilizará todo lo que esté en su mano para satisfacer sus necesidades.

La bestia tiene necesidades que se potencian a base de mi debilidad.

Los monos no somos UNO, los monos no somos una única conciencia. Los monos somos muchos distintos entes que conformamos nuestra conducta y pensamiento.

La bestia es uno de esos entes y ojalá tengamos la suerte de no tener cerca de nosotros a alguien que realmente esté controlado definitivamente por la bestia.

Aquellos que son controlados por la bestia terminan cometiendo actos anti sociales, vulnerando derechos de otros, incluso llegando a matar a otros monos hasta que son detenidos.

La bestia descontrolada hace del hombre un ser inestable, vulnerable a su antojo, convierte al mono en un ser egocéntrico, en un agujero negro que absorberá a los monos que se crucen en su camino hasta saciar a la bestia.

No dejes que la bestia utilice tu imaginación, no dejes que la bestia utilice tus fantasías para procurarte una realidad distinta pero hipotéticamente alcanzable porque ahí comenzarán tus mayores problemas, en vivir entre sueños y frustraciones que avivarán la fuerza de la bestia. Huye. 

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