La privacidad no tiene porque ser tratado como un derecho fundamental de las personas si la sociedad es lo suficientemente madura para entender la conducta de los monos, entenderla, respetarla, no entrometerse cuando no se requiera y actuar contra ello separándole del resto y corrigiéndolo cuando sea preciso.
La privacidad es una reacción histórica ante la intromisión de los poderes en la vida individual de los monos.
Los monos no aceptan todavía de buen grado lo diferente, o más aún lo no convencional. La civilización más adelantada parece romper poco a poco y de una forma continuada con más y más tabúes, y la tecnología está apartando la cortina y descubriendo a prostitutas, puteros, exhibicionistas, drogadictos, pedófilos, chicas fáciles, homosexuales reprimidos, acomplejados y podría seguir así más tiempo.
Yo creo firmemente que a los niños hay que protegerles de todo esto mundo perfecto e imperfecto, ya tendrán tiempo para ver lo que hay y encontrarse con sus propias incoherencias y bestias que albergarán en su interior.
Y aún más, estoy convencido que las páginas de pedofilia o pseu-pedofilia, por ejemplo, son el paradigma de lo que se está gestando por parte de los monos poderosos que viven en el árbol.
Para que se peque... hay que ponerle al mono la posibilidad de pecar... y que mejor que dar la posibilidad de ver con extrema facilidad lo que la bestia del mono quiere: chicas, chicos, relaciones esporádicas, juego, drogas, facilidad para escribir sus ideas, sus vicios, sus miedos, todo ello puede tener un sentido muy complejo del que ya hablaré.
Pero te recuerdo, mono, que este mundo, esta vida, todo lo que nos rodea no está hecho por monos, está hecho para disfrutar con los monos... esta hecho por ellos y ellos quieren hechos, acciones, experiencias.
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