La estética.
Sin duda es el paradigma de la programación del ser humano.
No te sorprenderá comprobar como sin saber muy bien por qué, ciertas personas te parecen guapas y otras feas, y lo más sorprendente es observarte a ti mismo como eres incapaz de transformar a una persona fea en una persona bella. Es imposible desear algo que no nos gusta, que no nos llena, pero estamos aún más limitados.
No podemos hacer lo que nunca hemos hecho, sólo podemos hacer lo que ya fue hecho.
El gusto de nuevo, es una materia que no gobernamos, pues no es correcto odiar a alguien porque no te quiera, ni siquiera idealizar majestuosamente a alguien porque te admire, es estúpido. No gobernamos nuestros gustos, no podemos exigir consecuencias del buen o mal gusto del resto de personas. Simplemente hay que entender que compartimos árbol con muchos monos distintos.
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